Mozart no mató a Salieri: LUIS EDUARDO AUTE

No sabes el dilema que me crea después de tu correo, no decir en esta página de Aute ni mu, por eso me he puesto a ello, maldita sea, plantando cara como harías tu, o mejor dicho, como me la plantabas en clase tu. Fuisteis mi primera promoción completa, la 3ª Promoción de Derecho (1991-1996), a la que le di los cuatro años de civil, y como no sirve de nada andarme con rodeos, sin remilgos confieso que he tenido que coger la orla para recordaros a todos los que estabais en mi grupo, y sin querer hacerte luz de gas, te diré que te conservas bastante bien, de espíritu y algunas cosas más. Y como seria de feos pasar de todo y hacer como si no hubiera prestado atención a tu cibernética epístola, la recojo textualmente aquí para excusándome en ella poner una entrada mas, así decías:

“Me imagino que habrás escuchado a Aute. Es mi amor de juventud. Ya ves el bicho raro, en vez de escuchar otras cosas en mis tiempos...A parte de su voz sensual que te invita a trascender de manera muy personal, lo que más me impacta son las letras de sus canciones, que son poesía acompañada de acordes”.

¿Ves como tengo razón?, te conservas de espíritu bastante bien, y te cuento de mi relación con ese amor tuyo al que yo no he llegado a idolatrar tanto, quizá porque como ya dije cuando hable de Diana Krall, las voces femeninas….

En Cádiz, en Mayo de 1986, recién empezaba a ganarme el sueldo, me compre mi primer equipo de música que se pudiera preciar de serlo. El mismo día que me lo llevaron a mi casa de Cayetano del Toro nº 15, 7º A, baje a una tienda de discos que había en la Avenida en la acera de enfrente y me compre varios LP’s, -entonces no existían los CD’s- entre ellos uno de Aute titulado “Cuerpo a Cuerpo” (Ariola I-206137), “…cine, cine, cine, mas cine por favor, que todo en la vida es cine, que todo en la vida es cine y los sueños, cine son…”, “…Ay, amor mío, qué terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido…”, y la que más gracia me hacía, “…una de dos, o me llevo a esa mujer o te la cambio por dos de quince, si puede ser...”.

En 1991, ya viviendo aquí en Almería, me compre el segundo LP de Luis Eduardo titulado “Uff” (Ariola 211418). Mas tarde, en el año 2000, ya con los CD’s y lo digital en todo su apogeo me compre un recopilatorio homenaje titulado “Mira que eres canalla Aute” (Virgin 8494252), en el se encuentran dos canciones, una “Al Alba” que interpreta José Mercé y respecto de la cual dijo Aute, con toda la razón, que jamás volvería a cantar pues era imposible superar la versión de José; y una segunda “De alguna manera” que interpreta Serrat y que es una de las de cabecera para mi, desde que la oí, ¡menudos monstruos, compositor e intérprete!.

Seguramente después del correo de esta tarde y de leer este texto te pondrás como una loca a oír todos los discos de tu Aute, eso sí, ya en un ipod o artilugio semejante, y te transportaras a un pasado perdurable que siempre vivirá en ti y que es necesario recordar para sentir que seguimos siendo los mismos, que la vida no nos ha cambiado como creemos porque no nos deja el andar diario, que actualmente es correr para conseguir algo o para huir de algo, y que puede frenarse por unas horas y redescubrirte abrazada a un cojín del sofá o a tu almohada con las lagrimas del recuerdo corriendo por tus mejillas, que vuelven a adquirir la tersura de entonces, y tu voz la armonía con la que te oías cantar bajito aquello que te ponía y te sigue poniendo los pelos de punta, y sentirás que sigues siendo una romántica empedernida, que te mereció la pena haberte enamorado de Aute, y sabrás porque quieres a los tuyos, porque eres así y nunca querrás dejar de serlo.